Festival de las linternas, versión española...

Readaptando tradiciones

Hace poco ha sido el festival de las linternas o faroles chinos. Para quien no lo conozca se trata de una tradición que se celebra en China el decimoquinto día del primer mes lunar y cierra oficialmente las celebraciones del “Año Nuevo Chino”. Es un día considerado como propicio para realizar peticiones de amor, ya que es la primera luna llena que existe en todo el año chino. Y por qué os cuento esto?
Pues porque como todas las fiestas nos gustan más que a un tonto un lápiz, intentamos importarlo. Y qué es lo que pasa? que como no nos enteramos de lo que va la cosa, nosotros sólo vemos que lo de los farolillos en el cielo mola, y pedir deseos aún más, no nos fijamos en los pequeños detalles y luego pasa lo que pasa. 

Una amiga decidió hacer dicho ritual en su boda, pero qué pasó? Que no se fijo en los detallitos. Ella me dijo: "Mira que bonita esta tradición y que ambiente más romántico se crea. Lo voy a hacer en mi boda, después del baile. Hay que escribir mensajes en los farolillos y la tradición cuenta que las linternas, con sus deseos escritos en ellas, alcanzan el cielo, y llevan los mensajes allí donde se dice que se hacen realidad, aunque mi deseo ya se ha cumplido" Ummm... después de que se me pasaran las náuseas con esa frase tan empalagosa, y sin mucha fe en esas creencias, le dije "muy bonito"...y hasta ahí todo bien. 

Llegado el momento, después de lo que parecía un intento de bailar el vals (más bien se peleaban con él), explicaron que teníamos que coger los farolillos escribir un deseo, encenderlos y lanzarlos al cielo. Y ahí vino el problema, los detallitos.... no contó ni con el viento, ni con los árboles y esto es mala combinación. Nada más soltarlos, unos cuantos fueron directitos hacia los árboles que estaban cerca de la zona del banquete y más que linternas, se encendió una buena antorcha. Menudo follón! Todo el mundo móvil en mano peleándose por hacer el mejor plano, la novia con un ataque de nervios, y los que iban más bebidos, incluido el novio, intentando apagarlo a base de champán! Alguno se confundió de fiesta y se pensó que estaba en las hogueras de San Juan e intentó saltarlo. 

 

Menos mal que los bomberos llegaron rápido y fue entonces cuando entendí la tradición: Quizá mi globo había llegado al cielo y me habían enviado a un guapo bombero....