Hace unos días fue la fiesta del día del padre, ellos también tienen su día, este año con el aliciente de ser festivo y por lo tanto con mayor posibilidad y probabilidad de celebración. Esto facilita las reuniones familiares, las salidas a comer o a diferentes espectáculos, esto más que nada para entretener a los niños. Y todo esto en que se traduce? Pues en estrés para los padres.


1. Ir a casa de los abuelos: y qué decir de esto? Ahí se monta una buena, entre hermanos, nietos, primos.....vamos que hay más gritos, saltos, lloros y cánticos que en un concierto de los One Direction.
Esta situación tiene posibilidad de mejora si le añadimos el aliciente de salir a un restaurante toooda la tropa. Imagina comiéndote una gamba y vigilando que tus pequeños monstruos no vayan a hacer un flambeado con el camarero y su bandeja repleta de platos de sopa castellana ardiendo. Ten por seguro que esa comida no te engorda, entre que apenas pruebas bocado, correr detrás de los "angelitos" y la mala leche que se te va poniendo vas perdiendo calorías al segundo. Ningún entrenamiento es tan eficaz!
2. Ir a comer sólo con tu familia porque decides que a tu marido no le apetece cocinar y se te ocurre de repente salir sin reservar, ala! a la aventura! Mal plan. No se puede improvisar, te encuentras que, a pesar de la crisis (aunque yo creo que a la hora del cachondeo a un español no lo para) esta todo lleno, y después de recorrer todos los restaurantes del Centro Comercial, te das la vuelta toda cabreada como una mona, luchando con los niños porque tienen hambre y con tu marido protestando porque no lo entiende. Y terminas pidiendo desde el coche la comida en el McDonald´s y zampándotela en casa tres horas más tarde y con lo mona que te habías puesto!!.
Un gran día
Felicidades a todos los padres!!!!!! Porque todos los días son su día......Y el de las madres!
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