Después de probar con los deportes tanto en solitario como en equipo y no obtener el resultado deseado es hora de pasar a nuestro siguiente plan....
Así que, que hacemos? Apuntarnos al gimnasio a darlo todo. Esto te anima más por un lado si tienes suerte puede haber algún chico guapo por el que no faltar (ahora si, no voy a sudar mucho, no vaya a ser que se me rice el pelo y yo venía estupenda).
Si no hay suerte, tienes las clases grupales, que son más entretenidas, hay aerobic, step, spinning..., y de paso ves que no eras la única que tiene que perder peso si quiere lucir tipazo.
Además tienen que enganchar. A mi me gusta mucho zumba, aquí no paras ni un momento, con dos canciones estas roja como un pimiento, gracias a Dios, los chicos guapos no suelen estar en esta clase.....aunque no sé si esto es bueno......lo pensaré. En estas clase esta tu mejor y peor enemigo, todo en uno: el maldito espejo!. Tú estas dándolo todo pensando que lo haces estupendamente y miras al espejo y.... joder!, ese pato mareao soy yo? y por qué me han juntado con el cuerpo de baile de los zombies desorientados? A no mierda, es mi clase.
La única que va bien es la profe, pero tú al menos lo estas disfrutando. Lo que no vale es irse luego todos los días a tomar algo con los compis, esto también hace que termines con más peso del que entraste y no es culpa del monitor, la culpa es del chico guapo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario